Será con la charla “A los 50 años del asesinato de Carlos Mugica: La experiencia del
Movimiento de Sacerdotes por el Tercer Mundo y el vínculo política y religión actual”. La
cita será el próximo miércoles 28 de agosto a las 17.30, con entrada libre y gratuita.
La Universidad Nacional de Lanús (UNLa) homenajeará a Carlos Mugica a 50 años de su
asesinato. Para ello, se realizará la charla abierta a la comunidad “A los 50 años del asesinato
de Carlos Mugica: La experiencia del Movimiento de Sacerdotes por el Tercer Mundo y el
vínculo política y religión actual”. La cita tendrá lugar el próximo miércoles -28 de agosto-,
desde las 17.30, en el aula 18 del edificio José Hernández (29 de Septiembre 3901, Remedios
de Escalada).
Participarán como oradores Fortunato Malimacci (UBA/CONICET), profesor de cátedras y seminarios de
Sociología de la Religión; Domingo Bresci, miembro del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer
Mundo; y Aritz Recalde, profesor de la UNLa y director del Departamento de Humanidades y Artes.
Modera Sebastián Mulieri (CEIL/CONICET).
Cabe recordar que UNLa recuerda y homenajea a Mugica con el nombre del edificio del comedor
universitario de su campus académico.
La vida de Carlos Mugica
Carlos Mugica (1930-1974) fue un sacerdote argentino formado en el Seminario de Villa Devoto. Se
desempeñó como docente de la Universidad del Salvador y se integró al Movimiento de Sacerdotes para
el Tercer Mundo.
La mayor parte de su trabajo parroquial lo realizó en la Villa 31, donde fue nombrado párroco de la Capilla
Cristo Obrero. En los primeros años de los 70, dio inicio a lo que luego se conocería como movimiento de
curas villeros. Realizó diversas acciones benéficas hasta su asesinato en 1974.
El 11 de mayo de 1974, después de las 8 de la noche, el sacerdote fue emboscado cuando se disponía a
subir a su auto Renault 4 azul estacionado en la puerta de la iglesia de San Francisco Solano de la calle
Zelada 4771 en el barrio porteño de Villa Luro donde acababa de celebrar misa. El religioso estaba
acompañado de su amigo, Ricardo Capelli. Fueron atacados con armas de fuego por dos hombres:
Mugica recibió cinco balazos de frente disparados con una ametralladora, mientras que Capelli recibió
cuatro.
Los testigos del hecho, en particular Capelli, identificaron como autor material a Eduardo Almirón, un
policía miembro de la banda parapolicial Triple A, que había estado sentado en los bancos traseros de la
iglesia, mientras Mugica celebraba la misa.
Sus restos fueron trasladados en 1999 a la Villa 31, para ser sepultados en la parroquia Cristo Obrero
que fundó, en ceremonia encabezada por el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio,
posteriormente, Papa Francisco, quien ya siendo Sumo Pontífice lo definió como un gran sacerdote que
luchaba por la justicia. Varios sectores lo consideran mártir.



