Y el cierre se dará a las 21 con un show de luces.
Una anécdota dice que fue la primera mujer en conducir un automóvil por las calles de San Vicente. Al crecer se convirtió en una gran deportista, destacándose en equitación, remo, atletismo, salto, jabalina y hockey. En 1925 fue campeona de atletismo.
Más tarde trabajó como dactilógrafa y en la Compañía Unión Telefónica. En 1931, tras muchas cartas y reiterados pedidos de ingreso la aceptaron en el Aero Club Argentino de Seis de septiembre.1 El curso de instrucción la llevó a gastar todos sus ahorros y vender sus pertenencias, incluida su bicicleta.
Obtuvo finalmente el carné de piloto de Aviador Civil en 1933. Más tarde se convertiría en la primera mujer en obtener el título de instructor de vuelo en América del Sur y en 1941 le otorgaron la licencia para servicio público comercial. Su cariño por las tradiciones rurales autóctonas y la cultura indígena argentina, junto a su costumbre de vestir bombachas criollas (atuendo típico del hombre de campo), botas y campera de cuero le valieron el apodo de «Aviadora Gaucha» o «Paloma Gaucha».