En plena crisis presupuestaria y salarial, las universidades nacionales argentinas realizarán un paro de una semana, desde el lunes 11 al viernes 15 de agosto, incluyendo el feriado con fines turísticos.
La Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), que agrupa a 25 gremios de todo el país, resolvió esta medida durante un Plenario Nacional, donde se definió un plan de lucha que incluye además paros rotativos y la posibilidad de realizar una Marcha Federal Universitaria hacia fines de agosto.
Por otra parte los gremios están expectantes a los que pueda suceder en el Senado después que esta semana Diputados aprobara la Ley de Financiamiento para las Universidades
Los reclamos centrales apuntan a la reapertura de paritarias, una recomposición salarial urgente y un presupuesto universitario actualizado y acorde a la inflación acumulada desde 2023. Como ha denunciado CONADU, «la situación salarial que estamos viviendo es histórica. No hemos vivido nunca en nuestro país una caída salarial de estos niveles.»
Además, se mantiene una tensa relación con el Gobierno nacional: mientras el Ejecutivo ofreció aumentos del 3 % en agosto y 2 % en septiembre, los docentes exigen incrementos cercanos al 40 % para compensar la pérdida frente a la inflación.
En paralelo, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto que busca actualizar el presupuesto de las universidades según la inflación acumulada —una iniciativa promovida por la oposición, que enfrenta la amenaza de un nuevo veto presidencial.
La magnitud del conflicto también se refleja en cifras preocupantes: más del 70 % de los docentes universitarios cobran menos de 500.000 pesos mensuales, muy por debajo del costo de vida actual.
Un caso emblemático es la UNLP, donde esta medida derivará en una semana prácticamente sin actividad académica, con clases suspendidas desde este lunes y posibles impactos en inscripciones y gestión académica si se suman los no docentes al paro.
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