Por  Pamela Parodi

Apenas unas semanas después de su lanzamiento, “Desequilibrio” —el primer libro de relatos breves del escritor quilmeño Maximiliano Muzzalupo— agotó su primera tirada. La noticia sorprendió, incluso al propio autor, quien se encargó de distribuirlo personalmente y promocionarlo a través de sus redes sociales. Lo que comenzó como un proyecto íntimo y casi artesanal, se transformó rápidamente en un fenómeno local impulsado por el boca en boca y el entusiasmo genuino de sus lectores.

El libro, editado por Soy Autor, reúne una serie de relatos que exploran el paso del tiempo, los vínculos humanos y las transformaciones internas. Con una prosa cargada de sensibilidad y reflexiones poéticas, Muzzalupo invita a detenerse, observar y, sobre todo, a entender que el desequilibrio también puede ser bello.

Desequilibrio es un libro que nace desde el amor, de la necesidad de entendernos y de encontrar sentido en lo cotidiano”, explica el autor. Y esa frase parece sintetizar el espíritu de una obra que interpela sin grandilocuencias, desde la honestidad y lo simple.

Cuenta que « son relatos cortos sobre el paso del tiempo y los momentos que nos marcan para siempre» agrega » es una invitación a reflexionar con nuestro paso del tiempo, de no pensarlo tanto, entender  el desequilibrio como belleza, interpretando que dentro de lo malo, lo más probable es que luego haya algo bueno»

 

Una vida entre letras y vínculos

Aunque esta  es su primera publicación formal, la escritura forma parte de la vida de Muzzalupo desde siempre:

No hay una respuesta certera de cuándo empecé a escribir. Desde que tengo memoria, hubo algún intento de novela, alguna reflexión, alguna opinión…”, recuerda.

Su inspiración, cuenta, nace en gran parte de sus vínculos más cercanos. “Tomé algunos de los valores que más prepondero en mi vida y los ejemplifiqué con recuerdos o momentos especiales”, dice. Pero también afirma que cualquier detalle puede ser un disparador: una imagen, una conversación, un silencio.

Un comienzo que abre puertas

El éxito de la primera edición lo tomó por sorpresa, pero también lo llenó de ilusión.

Fue una alegría enorme. Que se haya agotado la primera tanda abre una luz sobre mi futuro literario. Veremos si aparecen nuevas oportunidades”, confiesa. « Se siente  reconfortante empezar un  proyecto y terminarlo»

La segunda tirada ya está en marcha y el deseo es claro: que Desequilibrio siga su recorrido, que llegue a más lectores y que siga generando nuevas conversaciones. En paralelo, abrió una cuenta de Instagram dedicada a la literatura, un espacio para compartir escritos, pensamientos y seguir construyendo comunidad en torno a las palabras.

Los sueños en  presente

Más allá de los buenos augurios, Muzzalupo mantiene los pies sobre la tierra y la mirada puesta en el futuro. “Tengo varios sueños, pero prefiero llamarlos objetivos. Cambiar una palabra hace que el camino se vea mucho más optimista”, reflexiona.

Entre ellos, destaca uno muy personal:

Ser un buen papá y trascender más allá de la paternidad. Que mi hija no solo me reconozca como padre, sino también como escritor.

Con Desequilibrio, Maximiliano Muzzalupo dio su primer paso en el mundo editorial. Un paso firme, sincero, y que promete ser el comienzo de un largo camino narrativo donde lo cotidiano, lo íntimo y lo poético encuentran su voz.